CARTAS A LOS MAESTROS. Un Amam Aeara, es el mejor Maestro al que se puede aspirar.

Esta carta es para el maestro 11.11.11 (maestro de maestros)

La Senda de Baraka, el Arte y el Destino unieron nuestras existencias hace unos meses. 

"Tótem". 90/90 cm. (2002).

En 1995 escribí: 

"...El verdadero maestro no es aquel que te enseña lo que sabe, sino el que es capaz de enseñarte a abrir la puerta de tu propio conocimiento".

Esto lo escribí en un tiempo en el que estuve muy cerca de la filosofía del Tao. Aprendí mucho de algunos maestros, algunos incluso me enseñaron lo que nunca debe hacer un maestro. Fue un tiempo muy valioso,  al que sólo ahora soy capaz de reconocer en su verdadera amplitud. 

El conocimiento es algo que no se olvida fácilmente, a veces se aparta, para dar paso al mundo y a la vida que nos empuja, pero permanece atento, esperando colocarse en el lugar y tiempo justo.

El cuadro asociado "Tótem". Lo pinté recién acabada mi Maestría de Reiki (2002). 

Este cuadro es el primer "Autorretrato" que hice. Representa a mi espíritu mirando en meditación hacia adentro: El origen terrestre (Lobo Gris), el origen acuático (Delfín), la fuerza (el caballo), la mariposa (la trascendencia), el agua (lo que soy), los frutos de la tierra (la fertilidad y la nutrición), la extraña flor (mi tercer ojo). El ángel con alas blancas...extendiendo su mano derecha, el sol y la luna en representación del Universo... y coronándolo todo el yin-yang interminable de esta Senda Terrestre.

Esta frase y este cuadro llamaron la atención de la Maestra, solicitó mi amistad y ahí se abrió para mí una puerta que hacía tiempo había sido cerrada. La de los amigos del alma o Amam Aeara. Se cruzan muchas personas en nuestras vidas y todas, sin duda alguna, llegan para mostrarnos algo, pero son escasos los seres afines en este inmenso Mundo.

Este documento lo transcribí el 12.04.2011=11= 11.11.11

Amam Æara (Amigo del alma). Los celtas tienen además una expresión “Amam Æara”, que significa "amigo del alma". Es el concepto más elevado que puede alcanzare en una relación. Es un vínculo que trasciende todas las convenciones y categorías. Tal es el grado de profundidad de este lazo que nadie que no hubiera alcanzado una relación armónica (de amistad) con uno mismo, puede aspirar a tener un Amam Æara. En efecto, para generar lazos genuinos con los otros, el equilibrio interior-exterior es esencial. Y nadie puede ayudarnos a alcanzar ese equilibrio sino nuestra propia voluntad. Mantener en armonía y amistad lo interior y lo exterior, lo visible y lo invisible, lo humano y lo divino, lo temporal y lo eterno, es una tarea que compete exclusivamente a cada uno de nosotros.

El ermitaño encerrado en su torre. Pero tampoco funcionará convertirse en una persona cerrada sobre sí misma. Aquellas personas que construyen muros para no sentirse invadidos por los otros y utilizan máscaras para preservar lo que realmente piensan o sienten, son personas solitarias que desconocen la armonía y la amistad. Estas personas poseen una enorme vida interior, pero se sienten solas en el mundo... y aunque tienen mucho para compartir, no saben como hacerlo porque aún no han comprendido que para dar, también hay que aprender a recibir.

Armonía. Sólo cuando se ha alcanzado el equilibrio entre lo interno y lo externo, podemos aspirar a convertirnos en amigos de nuestra propia alma y estaremos listos para conocer el sentido más elevado de la amistad, el Amam Æara.

Mi maestra, mi Amam Aeara, estuvo ahí, incondicionalmente, desde el minuto Zero (0) de nuestro encuentro. Me encontró en la Torre del Ermitaño. Me hizo volver a confiar, a saber que no estaba sola. En medio del inmenso desierto su portal era un oasis, era el lugar a donde volver para encontrar respuestas a mí misma. Me ayudó, inteligente y sabiamente, pero sobre todo me ayudó con el corazón. Estuvo a mi lado en los momentos más oscuros y confusos. Fue mi sujeción a esa cordura que sólo se reafirma dentro. Me dio muchas claves e informaciones incontables. De un modo siempre "casual" llegaban a mi muro notas, palabras, vídeos, sonrisas y abrazos...a través de números, incógnitas, ancestros, galaxias, cábala...no tengo palabras...todo coincidía¡¡¡.

Ahora sé que el Camino se anda en solitario, pero no debemos "creer" que es bueno andarlo solo. También sé que las personas que se nos cruzan son circunstanciales...pero también sé que hay algunas que se quedan por mucho tiempo a nuestro lado. Estos últimos son los Amam Aeara.

"Un Amam Aeara, es el mejor Maestro al que se puede aspirar.". 11.04.2012

Namasté, querida Maestra.